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    A partir de mayo, viajar en tren costará hasta un 677 por ciento más caro que antes de que asumiera Javier Milei la Presidencia.

El pasaje de colectivos urbanos registró aumentos de hasta el 276,2 por ciento en lo que va del año. Usuarios denuncian que gastan hasta un 20 por ciento de su sueldo en transporte.

“No alcanza, no te alcanza, todo los días sube las cosas, soy jubilada y no me alcanza”, dice Susana Ortiz, en la cola para cargar la “SUBE”, el plástico para abonar los viajes en transporte público. Es jubilada y asegura que con el aumento de medicamentos “ya no hay cuenta que cierre”.

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El avance del plan de Gobierno implica un recorte de subsidios y los servicio de transporte público. Este tipo de aportes del Estado cubría hasta el 90 por ciento del valor real de las tarifas según las cámaras empresariales y el ministro de Economía argentino, Luis, “Toto” Caputo, señaló que estas transferencias insumen un 2 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) del presupuesto nacional.

En ese sentido, desde la Secretaría de Transporte aseguraron en diciembre “se terminó con el congelamiento de tarifas que había heredado de la gestión anterior en trenes y colectivos” para darle “mayor protagonismo en la cobertura de costos necesarios para operar”.

Por esta razón, el boleto de autobús en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en donde vive aproximadamente un 16,4 millones de personas el servicio casi triplicó su valor a menos de cuatro meses de asumido Milei.

Canaste de servicios públicos del AMBA. I Foto: IIEP - Conicet /UBA

Impacto en el bolsillo

“Tremendo, para las personas que trabajan y toman tres o cuatro vehículos por día es un montón, un montón de dinero. Imaginate que el sueldo no les aumentó y que ahora se encuentran que con mil pesos van y vuelven dos días”, comentó una usuaria mientras esperaba un ómnibus para regresar a su hogar y trabaja como empleada doméstica.

El fenómeno señalado por esta usuaria es el aumento del dinero demandado por el transporte público en cuanto a los ingresos de cada trabajador, lo cual es nombrado por investigadores como asequibilidad del transporte público.

En este sentido, en base al ingreso promedio suministrado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), en diciembre el salario promedio era de $193.281, por lo cual si se toma como estándar 60 viajes mínimos mensuales con las nueva tarifa, el índice de asequibilidad es de 8,4 por ciento.

Este indicador es uno de los más altos en el mundo. Según un informe que evalúa esta categoría a nivel global, los asalariados de Argentina están segundos en el ranking, sólo detrás de Sao Paulo (14,3 por ciento).

Si se tiene en cuenta otros aumentos tarifarios como el del servicio del gas, el agua y la electricidad, en el mes de abril un hogar promedio del AMBA gasta $102.779, según el reporte de tarifas y subsidios realizado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política. Es decir, la mitad de un salario promedio.

Comparación de las tarifas del transporte público en las grandes ciudades.
Comparación de las tarifas del transporte público en las grandes ciudades. I Foto: Picodi

La guerra a las provincias

El fenómeno se reproduce en el interior del país desde que el Gobierno nacional decidió eliminar a partir de 2024 el Fondo Compensador del Interior por el cual se subsidiaban a las empresas de ómnibus urbanos del interior del país.

La decisión fue anunciada por el mandatario Javier Milei a menos de 48 horas que la Cámara de Diputados no convalidara la “Ley Ómnibus”, con la cual el Gobierno pretendía hacer profundas modificaciones que iban desde la delegación de poderes legislativos al presidente, hasta la autorización de la privatización de empresas públicas sin necesidad de que medie un debate parlamentario.

En esa oportunidad, el jefe de Estado señaló una “traición” de los gobernadores, de quienes dependen mucho de los votos del Congreso y la decisión fue presentada como una respuesta ante tal acción. 

Esa decisión impactó directamente en los distritos, y en su población que dejaron de recibir fondos de Nación para subsidiar el costo del boleto para los sectores más vulnerables a través de una tarifa social. 

Razón por la cual, en algunas ciudades del interior del país el boleto se acerca al equivalente a un dólar por boleto.

El ajuste no se detiene

El Gobierno espera reducir el gasto en subsidios a razón de un tercio por año, según lo había detallado el ministro de Economía, Luis Caputo. El objetivo previsto en la hoja de ruta pactada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es recortar la partida destinada al transporte en 0,2 puntos del PBI.

En este marco, este 22 de abril el Gobierno nacional anunció un aumento del 53 por ciento para mayo, lo que elevará el precio de este servicio mínimo a 400 pesos (u$d 0,4). Si se tiene en cuenta como precio de referencia el costo de este tipo de servicio ferroviario, el valor para los usuarios es siete veces con la actual administración.

A mediados de febrero el Gobierno de Buenos Aires, capital del país, realizó una audiencia pública para definir próximos aumentos correspondiente al servicio de trenes subterráneos. Según está programado, antes del 10 de mayo, el boleto de metro pasará de los $125 actuales a los $574 y 15 días después llegará a $667, para llegar a el primero de junio a $757.

De concretarse, al promediar el año el coste de este pasaje se habrá multiplicado por seis su valor, en momentos donde las mejores negociaciones paritarias no alcanzan al 30 por ciento.


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